martes, 30 de abril de 2013

Hoy tengo un "día de esos".

Un día de esos en los que el mundo se ha dado la vuelta y poco o nada puedo hacer. Días en los que, de lluvia y siniestros, matizo las horas a gris, las vuelco de rabias, miedos e inseguridades. Pierdo y me doy por perdido en los días así, de inviernos camuflados y de sábanas desoladas, que se hielan esperando algo o a alguien, las mías, mis sábanas y yo.
Hoy tengo un "día de esos" y no me preguntes por qué, que a interrogantes sin respuesta nadie me gana. He visto pasar los meses por mi ventana, he callado cada noche y he evitado muchas lagrimas, pero llegan días que descolocan y alocan, días que quedan grabados a fuego y calan hondo, llegan esos días y llegas tú... Luego, en un alarde invernal de frío siberiano, entran por el hueco de la puerta días como estos que abruman y aturden y a su paso, destruyen. Llegará aquel que se crea superior al resto, que crea poder con todo, como yo creí y caiga desde las alturas, a mis infiernos, tan oscuros como efímeros.

Hoy tengo un "día de esos"....
Y no me preguntes por qué.

Sólo sé, que estoy muy por encima de ellos, tanto que a veces, los veo lejanos, diminutos para poder aplastarlos y en ocasiones, tan grandes que en su huida, el aplastado soy yo.

'Roslyn' - Bon Iver and St. Vincent

viernes, 12 de abril de 2013

domingo, 16 de septiembre de 2012

Fearless.


Oscuros eran todos los caminos, ninguno ofrecía salida, si quiera guía. 
Difícil elección, equivocados todos, cualquiera que tomase estaría equivocado. Pero tuvo que hacerlo y equivocarse pues. Eligió y erró, demasiado, y sin apenas acritud se levantó de cada uno de los golpes recibidos, de las batallas perdidas a media noche. Perdió toda confianza en sí y en el mundo, acabó con la fama de héroe abatido, pues lo era. Era un héroe al que las historias infantiles de príncipes y princesas habían abatido. Justo al contrario de lo que ocurría en sus libros de mesita de noche, donde las historias eran resueltas en felicidad y cada cual amaba al descubierto, historias que le hacían dormir de aburrimiento y al dormir, soñar. Era justo eso lo que hacía, soñaba con ser parte de esas historias, el protagonista de alguna de ellas. Era él, tenebroso y temido, tenebroso en cada tormenta de invierno, temido por la buena suerte, truncado en el amor, abatido en la vida y generalmente muerto.


domingo, 20 de mayo de 2012

Implacable ascenso.

A la cima, el aire apenas llega, transparentes las pieles, escasos suspiros. La cima no obstante, es recordada para y por tantos, vanagloriada como si de las mejor invención humana tratase, victoriosos nuestros cuerpos en ella. En la cima, en la cumbre de la gran ladera, del esfuerzo, los llantos, la carrera y en general, la batalla. Pues no obstante, en ningún caso del camino hay pruebas, nunca nadie ha fotografiado la batalla, sino la victoria, la alegría, pletórico el hombre en la cima del Everest. ¿Qué me dices del llanto? ¿Quién ha contado las horas de ascenso? ¿Quién tiene pruebas de que la cima no es sino, el resultado de la lucha? Lucha que para mí hoy está ganada.
Cuando ha resultado sencillo, cuando ha sido útil e incluso ha merecido la pena tanto dolor, ¿qué batalla no yace ganada en la cumbre del mundo?

lunes, 14 de mayo de 2012

Quince del cinco de dos mil diez.

Terapias mal llevadas, conducidas a media noche, oscuras como profundas, radioactivas.
Cerrar ventanas, recordar nuestras frases entrecortadas. Ahogarnos cada enero, en cada tarde, en tus te quiero. Perdernos con el sol, encontrarnos de madrugada. En las noches frías, en las más calientes. He aprendido a escribirte en todos mis versos, hemos jugado a los nazis, hemos sido autoritarios tú conmigo y luego yo, y así... Nos hemos encontrado en campos de concentración, respirado gases tóxicos, dominados. Hemos acariciado con recelo las afiladas puntas de cuchillos, los poros de mi piel.
720 días divididos entre segundos, en te quiero.
Y es que entre uno y otro, entre dos por tres más tres por dos, hemos alcanzado, logrado y llegado a hoy, un 15 anormal, envuelto en felicidades, al uso, nuestras.















Es posible que esconda entre versos y estribillos aquello que dice lo que realmente soy, fui o seremos. Pero sin dudad, estas son las letras que me han contado nuestra historia. Y hoy sí, he caído en la cuenta de la suerte que tuvimos cuando tú y yo, bueno, ya sabes... Te quiero.

Sé mi euforia.

domingo, 22 de abril de 2012

Desvarío I.

Hoy ha sido un día como otro cualquiera, un día con gafas. Estoy donde siempre, tal y como de costumbre, aquí, yo, conmigo. Sin necesidad de hablar, sin ganas de hacerlo. Pues no más que quien he de ser, soy, que de ser, ya es algo. Y que de no ser, no soy nada, ni nadie.



domingo, 1 de abril de 2012

Parte I de II es sólo un título.

Soy dado, muy propenso a pesar en negativo, demasiado. Son comunes, muy normales mis desmotivaciones, acostumbrado. Prometo acabar con los días que se hagan especiales, prometo destruirlos sádica y bruscamente con mi más ágil movimiento de evasión. Escaparme he prometido de la magia creciente de las cosas simples, de las que hacen felices por definición. No más que quien he fingido ser, soy. Pues por ser tal que se es, soy quien soy. No mas que la marioneta guiada a propósito por miedos, euforias y escombros.
He alimentado mis aptitudes con mis más desacostumbradas actitudes, llenas de ego, fueras de época, atascadas. Y es justo ahora cuando he decidido borrar todas mis letras anteriores, pues son mentira y no pequeña. Además, no soy ejemplo a describir, sino todo lo contrario.