martes, 27 de septiembre de 2011

Llámalo X.

Voy por la calle sin remordimiento alguno, escucho música y casi no veo ni al que pasa por mi lado. Apenas presto atención a las cosas importantes. Poco me inquieta y nada pregunto. Intento de evasión el mío en todas las situaciones incómodas que se presentan. Al hablar no digo nada y si oigo, apenas escucho. No doy muchas explicaciones, casi nunca me vuelvo y tiendo la mano a otro. Y si lo hago, es en balde. Olvido a las personas rápido, me divierto y no hago por recordarlas. Total indiferencia. Llámalo X, frío o desconfianza. La guerra o el hambre no son cosas que me preocupen y si encuentras alguna virtud en mí, mera coincidencia. Tengo defectos, muchos. Y a decir verdad... Bueno, al decir la verdad, siempre, siempre engaño.

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