lunes, 23 de enero de 2012

On my knees + pequeña reflexión.

Cortado a diferente medida del resto, ése que había sido hecho con otro material, él, que se veía intacto en mil pedazos y que no lograba romperse dio la vuelta y, agachada la cabeza, comenzó a preguntarse acerca del porqué de las cosas, más allá del cómo y el qué, que como de costumbre siempre hacía. Fue entonces cuando en un segundo contempló aclaradas todos los interrogantes que habían atormentado los días tranquilos en paisajes idílicos y suspiros melancólicos, aquellos interrogantes que persistían a cada hora, aquellas preguntas retóricas, sin respuesta, inútiles todas ellas, vieron la luz y de una forma u otra, una a una, fueron tomando forma, dándose sentido mutuamente. Alternando las luces del verano pasado, con el fantasma de las navidades futuras, mezclando la ingenuidad de la infancia con una esperada y próspera vejez. Divagando y dando vueltas por monotonía, las respuestas que ése, aquel pequeño humano había encontrado, jugaban ahora al juego de la verdad donde todas ordenadas y puras hacían por esconderse dejando ver que quizás, fruto de la imaginación, éste no había sacado nada en claro y casi con totalidad, afirmo que eran mentira y que por tanto, las preguntas retóricas, comunes y diarias al uso que un día él mismo se hizo, nunca tuvieron respuesta.

Y es que cortado a diferente medida del resto, ése que aparentaba crecer y aprender, ése que ahora soy yo...

Yo, que ahogo las palabras que por costumbre y a solas, solía repudiar. Congelo los excesos en las horas donde, podía leer historias sobre temas que derrotan mi falsa autoestima, la que a veces, reaparece dando a luz a una lógica aplastante que me arrastra hasta este punto, consciente de todo lo que acaba de llegar y analfabeto en cuestión de futuro. Valores humanos predeterminados, inamovibles, fijados a decreto, estúpidos e insignificantes para los que las normas nunca han significado nada. Viendo como asistimos a diario a enunciados fúnebres, acontecimientos comunes, para mentes maquiavélicas como la mía. Y es que hoy, sé que soy algo más que eso, incapaz de dar con una definición exacta, me detengo en el camino de vuelta a casa, buscando el polvo en la herida para no contar lo mejor, ni abordar lo peor de un tiempo en el que era aquella voz en Off la encargada de afirmar lo que ahora niega. Preguntándome muy afuera y a lo lejos por las ganas de intentar algo más, en horas muertas y a ratos. En esos ratos y horas que calaban astutas en mi memoria, grabadas a fuego, obligándome a realizar ejercicios para recordar curiosamente como conseguí olvidar por un instante al menos, días ahora muy lejanos, casi a cientos de kilómetros.
En adicción he convertido los juegos que me retan día a día, advirtiendo al mundo que lo mío no es casualidad y que puedo diferenciar el punto en el que empiezo, pero no donde acabo. Así, ocuparé un lugar que ni yo merezco, ni tú imaginas.
"Considerando toda esta palabrería no más que meros intentos de oraciones imperfectas sin un orden establecido, creo ir construyendo a base de relatos esporádicos este sin sentido capaz de hacer que al menos una persona lea este desastre que en mí, intenta ordenar algunas de las ideas que abriéndome en canal correrían por mí, consiguiéndolo a veces y tantas no."

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