Hoy ha sido un día como otro cualquiera, un día con gafas. Estoy donde siempre, tal y como de costumbre, aquí, yo, conmigo. Sin necesidad de hablar, sin ganas de hacerlo. Pues no más que quien he de ser, soy, que de ser, ya es algo. Y que de no ser, no soy nada, ni nadie.
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