Ven a mí, ábreme en canal. Hazme sentir dependiente, sin pedirme nada a cambio, oblígame a gritarte, agárrame con saña, tu violencia, contra mi pecho. Grítame al oído, reviéntame con tus excesos. No me salves de este infierno. Empújame, acósame, dime entre chillidos cuánto me odias.
Utilízame a ciegas, ámame a brevas, abusa de mí. No dejes que nadie se ocupe de mis miedos, bébete la sangre eléctrica y nerviosa desbordada. Tatúame a fuego DOLOR, comercia con mi alma. Enciéndela, prendela. Quémame los ojos y ciego, písame y arrástrame.
Ponte a prueba, atrévete. Haz de mí alguien mejor que yo, usa mis órganos de juguete, condúceme hasta la muerte.
Llévame.
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