Y no creas que llegados a este punto, estaba tan equivocado. Que ni todos son tan buenos, ni todos tan malos. Seguramente peque de incrédulo muchas veces pero en esto, creo no equivocarme. Y si lo hago, ¿qué más da? Es lo que pienso. No doy giros de 360° ni soy un considerable conformista. Tampoco soy médico y ahora mismo no me duele la cabeza. Pero a veces, acierto. Como solución propongo: que bajen tus labios y me callen, probemos y enséñame a errar.
Sino, empezaremos a odiar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario